Es hermosa la sensación que te produce el ver a una persona que quieres mucho, pero por problemas ajenos a ustedes, el destino decide separarlos. Y obviamente no entiendes el porqué. Inteligencia no es comprender cómo, ni para qué, ni porqué; es simplemente comprender. No creo que alguien pueda imaginar cómo me sentí cuando los ví llegar, fué una especie tremenda de alegría, de saber que no tenían rencor alguno... Aunque me parece muy injusto que, por peleas de los adultos, tengamos que vernos involucrados nosotros, siendo que no teníamos idea de la razón del repentino alejamiento, del inesperado giro de la vida, de las mentiras dichas, y de las mil y una formas de las que hemos tratado de arreglar todo, sin conseguir algún resultado.
Desempolvé aquellos viejos recuerdos, tan sólo al verlos traspasar la puerta. Los años sin vernos desaparecieron casi instantáneamente, sólo con el hecho de verlos ahí, como siempre, tan iguales, irradiando alegría... Fué un cortísimo momento, pero fué demasiado hermoso & espero verlos más seguido de ahora en adelante, a pesar de todos los problemas que nos pongan los adultos. Las cosas de ellos no deberían afectarnos, pero bueno, el destino así lo quiere, y al menos seguiremos en contacto.